lunes, 10 de noviembre de 2014

Días de mocos

Los ves llegar...todos están igual. Asomas la cabeza a la sala de espera y ahí están.
Luchadores de una y mil batallas, con sus ojos cansados de malas noches, maltrechos por las narices tapadas....
Así están nuestros pequeños en este comienzo de frio.
Con relatos para todos los gustos, los padres hablan por sus hijos y te cuentan, a veces con lujo de detalles que incluye imitaciones de síntomas (el mejor es la tos), las penurias por las que pasa tanto el niño como su entorno en las interminables noches en vela.

Señoras y Señores han llegado los virus...y han venido a quedarse por un buen tiempo

Qué tengo que saber?

Hay muchos tipos de virus y no interesa en este momento meternos en la virología y sus matices.
La mayoría son estacionarios, acompañan frecuentemente a una misma época del año.
Su transmisión es más fácil en comunidades cerradas, como coles y guarderías y dan cuadros más "floridos" en los más pequeños.
Antiguamente los hermanos pequeños sufrian estos cuadros a partir de sus hermanos mayores escolarizados. En este momento, con una escolarización precoz la edad del niño afectado cambió.
Si a la poca edad del niño sumamos que los padres no están en casa (motivo de la escolarización precoz), ya tenemos más de un motivo de preocupación para la familia entera y su logística!!

No desesperar, los virus traerán consigo toda una serie de síntomas, por lo general molestos, pero en la gran mayoría de los casos se tratará de procesos autolimitados aunque pondrán en vilo nuestra paciencia, destrozarán nuestro humor y liquidarán aquellas noches en las que nuestros peques dormían "de un tirón"

Tener en cuenta que los virus suelen afectar el aparato respiratorio porque gracias a el ingresan en nuestro cuerpo, otras veces el aparato digestivo por idéntica razón. La mayoría de las veces no dan síntomas puros, quiero decir con esto que pueden dar catarros nasales y diarrea o vómitos por ejemplo. El abanico de posibilidades es grande; esto depende del tipo de virus, los hay más y menos agresivos; y del huésped (tu hijo) y su respuesta inmunitaria influida por mil y un factores. Un mismo virus puede dar síntomas de catarro a un niño y una bronquitis a otro; aunque sean hermanos.

No pierdas la calma, pregunta a tu pediatra cuáles son aquellas cosas a las que debes dar importancia.

Ánimo!!!

1 comentario:

  1. Pues tienes razón Mariano un virus pone a prueba a los menudos y a los grandes! y solemos tender al drama....porqué será que las cosas no se ven igual a las 2h de la mañana que a las 14h de la tarde, :-)....Enhorabuena por el arranque de este blog. Saludos,

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