miércoles, 10 de junio de 2015

Vacunas, tema candente


Muchos de los antivacunas hablan de reacciones que pueden ser secundarias a las vacunas como a cualquier otra activación del sistema inmunológico; de hecho hay algunas enfermedades consideradas menores como un catarro de vía aérea que en determinados pacientes provocan, por aquella activación del sistema inmune, cuadros raros como Sinovitis de caderas o Síndrome de Guillain Barré o PTI...pero por esa razón no huimos de los resfriados ni metemos a nuestros niños en una burbuja! Los exponemos a escuelas, colegios, casales,etc porque creemos que es muy importante su educación aunque sepamos que de estos contactos escolares aparecerán por casa mocos y demás alimañas. 
A nadie se le ocurre que tus hijos viajen sin cinturón de seguridad en el coche, si chocas se salvan, igualmente tendrán lesiones por el cinturón que a veces son serias pero pueden contar la historia!
Del mismo modo, aun sabiendo que habrá un pinchazo y alguna otra reacción local o general en una minoria, debe prevalecer en nosotros la idea que tu hijo no tendrá tétanos, difteria, sarampión, meningitis, etc,etc...no podemos minimizar los estragos que estas enfermedades han hecho con nuestras poblaciones y volverán a hacerlos si no tomamos una actitud responsable (responsable de tu hijo=respondes por el).

jueves, 29 de enero de 2015

Iniciandolos en la ecología

Tengo la impresión por momentos que no estamos dejando un mundo mejor para nuestros hijos.
Las largas jornadas de trabajo, el mal descanso, la necesidad de cumplir objetivos laborales, la mala alimentación, la falta de tiempo...todo esto nos genera un gran stress y perdemos tiempo invalorable para estar con nuestros hijos, para estar con ellos, para enseñarles como podemos vivir sin destruir el planeta en el que vivimos.
Los temas a charlar con nuestros hijos son incontables pero quisiera detenerme hoy  en nuestro impacto medioambiental.
Creo que podemos empezar hablando con ellos de este tema poniendo el ejemplo de una caminata por la playa.
Nuestras huellas de pisadas en la arena, mudo testigo de nuestro paso por la playa deberían ser el único indicador de nuestra presencia. Tan respetuoso al medio ambiente como una huella de un pie en la arena que desaparece con la primera ola. Sin embargo vamos a la playa con ellos y el panorama es tan diferente...nuestro paso no deja huella sino heridas, marcas de nuestra absoluta falta de conciencia de medio ambiente, de nuestra falta de respeto por nuestros pares, por nuestra descendencia. Tu hijo ve como algo normal todo lo que hacemos, para ellos tus actos son el ejemplo a seguir, estos actos pueden más que mil palabras, aunque te llenes la boca de mensajes ecológicos si tus peques te ven hacer lo contrario a lo que dices el efecto es doblemente negativo. Por un lado te imitarán y por otro lado, si tu discurso es contradictorio con tu actuar perderás credibilidad para tus hijos.
Empecemos en casa, enseña a tus hijos a reciclar, a cuidar el agua...son pequeños pasos para un gran cambio